martes, 27 de mayo de 2014

ENTREVISTA A JOSÉ VICENTE DÍAZ, PRESELECCIONADO EN EL PROYECTO MARS ONE.



“TIENES QUE TENER MUY CLARO QUE ES UN VIAJE SIN RETORNO”





José Vicente Díaz, de 41 años, es natural de Bugarra, Valencia, soltero y sin hijos. Es licenciado en Física y con un Máster en Astronomía y Astrofísica. El cosmos es su pasión, trabaja para una empresa dedicada a la divulgación astronómica y de un año a esta parte su vida ha dado un vuelco al ser uno de los escogidos para participar en la selección del grupo de cuatro personas que en 2025 viajará a Marte sin billete de vuelta. Un ambicioso proyecto que parte de la iniciativa privada de la Fundación Mars One, con sede en Holanda y con Bas Lansdorp a la cabeza, que pretende establecer una colonia permanente de veinticinco personas en el planeta rojo.

Dices que dejar la Tierra es el reto entre los retos. ¿Qué sientes cuando te visualizas viviendo en Marte?
Uf, es algo así como de ciencia ficción imaginarte allí, en un planeta todo rojo, oxidado, sin explorar por los humanos. Me siento como un aventurero, como los navegantes que llegaban a América y veían cosas nuevas, esa sensación de descubrir algo nuevo es la que tengo.

Tanto los medios de comunicación como la opinión pública manifiestan una cierta incredulidad hacia esta misión, incluso diría que se desprende un tono burlesco tanto en el trato a los candidatos como a la misión en general. ¿Sientes que tratan con poco respeto este asunto? ¿Te molestan estas actitudes?
Claro, es que no se trata con el suficiente respeto, creo que no se informan. Yo creo que el problema es que lo hace una empresa privada, no es la NASA ni la ESA, eso genera mucha desconfianza. También el que uno de los fundadores sea el que ideó Gran Hermano, lo ven como una especie de negocio. Yo la verdad que no leo ninguna crítica de nada, no quiero leer porque como dicen de todo prefiero no saber nada. Pero sí que entiendo que le puedan ver algo sospechoso a todo esto. Sé que hay astrofísicos a los que esta iniciativa no les gusta, pero yo de momento confío en la empresa.

¿Qué tipo de comunicación tenéis con la fundación Mars One? ¿Qué información os va llegando?
Todo el contacto es siempre por correo electrónico donde nos van informando en qué fase de la selección estamos. Lo próximo sí que será una entrevista con ellos.

Acabas de pasar a la segunda fase de la selección, has superado las pruebas médicas, ¿qué tipo de examen te han hecho?
Es una revisión médica general, como las que hacen en cualquier empresa. No piden más, un chequeo general, que estemos dentro de la normalidad, que no fumemos, no tomemos drogas y todas esas cosas. Luego ya cuando entremos supongo que nos mirarán con lupa. Es una revisión general, en principio.

Lo siguiente es la entrevista individual. ¿Cómo va a ser, personal o vía Skype?
Es una entrevista personal, según explican en el correo se van a desplazar a nuestra zona regional. Tendremos que demostrar todas nuestras aptitudes y capacidades, para que comprueben si realmente queremos ir o si hay quien está apuntado para hacerse famosillo.


Sí, porque supongo que en esta criba también habrán descartado a mucho friqui…
Sí, la verdad que sí. La gente tiene que tener muy claro que es un viaje de ida sin retorno, que no vamos a volver, eso creo que muchos en el fondo no lo han pensado. Por eso la psicología tiene que ser muy fuerte para hacerlo. Faltan diez años y hay quien se lo toma un poco así como, bueno diez años, ya veremos.

¿Es más difícil la preparación psicológica que la física y técnica?
Yo creo que sí, cuando entremos nos formarán como astronautas, esta formación no es lo más difícil, sino la preparación psicológica para el viaje, pensar que nos vamos a ir pero no vamos a volver. Los astronautas se van a la Estación Espacial Internacional o la Luna y luego vuelven, pero es que tú vas allí y te vas a quedar allí. Ese el peligro de esto.

¿Cómo afecta a tus relaciones humanas el saber que si todo va bien en diez años te desprenderás de todos tus lazos afectivos?, ¿uno se vuelve más frío y distante en el contacto con otras personas?, ¿qué ocurriría si, por ejemplo, te enamoras?
Hombre, como falta tanto tiempo yo no he pensado todavía mucho eso, pero sí que es verdad que afecta el tener una relación con alguien y saber que te vas a Marte dentro de diez años. Si yo me enamorase o tuviese un hijo puede que eso me frenara bastante, yo soy muy sentimental. Pero claro, si es tu ilusión y estás muy centrado en hacerlo irías.

Vais a tener una preparación de ocho años…
Sí,  y de ellos ocho meses en un hábitat igual que el de Marte para practicar para cuando lleguemos allí y conocer todos los errores que podamos cometer. Ahora están diseñando las cápsulas donde viviremos y estudiando en qué lugar del planeta las van a instalar.

¿Cómo van a ser estas viviendas?
Si ves las fotos que se han publicado de cómo será la colonia son cápsulas de cincuenta metros cuadrados cada una, una especie de módulos pequeñitos, hay zonas donde se genera el oxígeno, la comida, donde están los almacenes. Luego detrás hay unas zonas alargadas que son los hábitats, que son hinchables. Se hinchan mucho y luego se tapan con tierra de Marte para protegerlo de la radiación, que es muy fuerte allí. Y en esas zonas es donde vamos a vivir, tienen su comedor, sus habitaciones, sus baños, todo, vamos una casa.

Para protegeros de las radiaciones vais a tener que llevar un traje especial.
Claro, fuera el noventa por ciento de la atmósfera es dióxido de carbono, entonces mueres seguro, por eso hay que llevar el traje, pero dentro de los habitáculos normal, con oxígeno y  presión atmosférica parecida a la Tierra.

¿Y las comunicaciones?
Van a colocar dos satélites para que sea más fluida la comunicación con la Tierra, porque hay un retardo de veinte minutos. En el 2018 tienen que mandar uno y más tarde el segundo. Uno estará orbitando en Marte y otro entre el Sol y la Tierra, porque hay un momento al año, creo que es un mes, donde se pierde el contacto, Marte pasa por detrás del Sol, que se interpone entre éste y la Tierra. Entonces quieren colocar un satélite como triangulando, para que siempre haya comunicación.

Hay que ver la influencia de Carl Sagan y su serie “Cosmos” en todos los postulantes. ¿En tu caso ha sido determinante para dedicarte a la Astrofísica profesionalmente y ahora para querer viajar a Marte?
Sí, sí, yo me acuerdo de estar en casa de pequeñito viéndolo, tendría nueve o diez años. A partir de ahí me dije quiero estudiar Astronomía, quiero viajar en una nave cósmica y ver las galaxias. Yo y muchos astrónomos, yo creo que la mayoría, entramos en este mundo por Carl Sagan, por cómo explicaba el cosmos a la gente.

 Trabajas para una empresa de divulgación astronómica, Astroescénica, que contribuye a acercar el conocimiento del cosmos al público en general. ¿De qué forma?
Tenemos un convenio con la Universidad de Valencia, llevamos el observatorio de Aras de los Olmos. Todos los sábados por la noche hacemos allí observaciones para el público en general, pero también desarrollamos cursos y talleres para niños en colegios. De todo un poquito.

¿Cuál es la experiencia más extraordinaria que has vivido hasta ahora en tu  labor profesional?
Yo creo que lo mejor es ver cómo la gente se sorprende cuando contempla las estrellas, cuando ven la Vía Láctea, se quedan alucinados. O miran por el telescopio y ven Saturno, se creen que es mentira, que no está ahí, que hemos puesto una diapositiva. O cuando les digo, por ejemplo, que están viendo una galaxia que está a dos millones de años luz, o sea que vio la luz hace dos millones de años. Ver la cara que ponen es tremendo.

Existe una corriente de opinión en el mundo científico que considera que este proyecto es inviable tanto a nivel económico como tecnológico. ¿Crees que será posible superar estas barreras y hacer realidad la colonización de Marte?
Yo tengo mis dudas también, sé que en este momento no es viable, hay que desarrollar la tecnología muchísimo todavía para que se pueda realizar el viaje en el 2025. La NASA sí que lo quiere hacer en 2030, cinco años después, pero la NASA tiene mucho dinero, lo van a hacer con ciento treinta mil millones de euros. Mars One lo quiere hacer con seis mil millones. Pero vamos, que  la tecnología para hacerlo dentro de diez años estará.

 Si la NASA está desarrollando también un proyecto en la misma línea, ¿por qué crear esta misión paralela por parte de  Mars One?, ¿se trata de una competición por llegar antes?, ¿puede tratarse de una fase previa experimental que le pueda venir bien a la NASA?
A la NASA  le va a venir bien, porque a raíz de esto están empezando a salir muchos proyectos para ir a Marte. Se ve que se han puesto las pilas y han dicho, cuidado, que van a llegar antes las empresas privadas y nos van a quitar el privilegio de pisar Marte. Y llegar, decir su frase típica y poner la bandera y quedar muy bien. Tienen mucho miedo de eso. No confían pero no se fían, porque también Mars One tiene muchos contactos con agencias del espacio, las que suministran los materiales a la NASA, y esas empresas sí que han dicho que tienen tecnología en desarrollo para poderlo hacer. Y si lo pueden pagar, pues montan la nave y los módulos y para allá.

¿Cuál es la relación contractual que vais a establecer con la fundación? ¿Hay posibilidad de echarse atrás una vez elegido?
Si firmas tienes que ir, puedes decir que no pero el problema es que te van a formar con otras tres personas más, van a ser cuatro en el viaje. Esos cuatro van a estar trabajando siete u ocho años juntos. Si uno de ellos decide no ir automáticamente los otros tres también quedan descalificados. Quieren que sean cuatro personas que estén siempre juntos, porque van a estar juntos en la nave, en el espacio, en el planeta… Tienen que estar muy compenetrados. Si uno tiene dudas automáticamente los otros tres no van, y tienes tres enemigos ya para toda la vida, directamente. Entonces tenemos una presión por muchos lados.

También se os va a pagar un sueldo por participar en esta misión, ¿quién lo va a cobrar?
Claro, pasas a formar parte de su plantilla, si por ejemplo yo tengo una hipoteca aquí pues tendré que seguirla pagando, tendré que dejarle el piso a quien esté conmigo. Se supone que lo cobrarán las familias, aunque no lo tenemos hablado con la fundación.

Mars One pretende financiarse a través de donaciones, venta de merchandising y la venta de los derechos de transmisión de un reality show a escala mundial. ¿Y si todo esto sólo fuera una gran estafa, una iniciativa a escala planetaria para obtener increíbles beneficios económicos a costa de utilizaros como cobayas humanas?
Ya, ese es el problema, que monten el negocio y luego digan que no ha habido tecnología para llegar, eso es lo que temo yo, sería para demandarlos directamente. Pero bueno, su objetivo es ese, sí que es verdad que primero el viaje iba a ser en el 2023 y luego lo pasaron al 2025, pero no sé, yo sigo adelante, no me cuesta nada. El reality show me da un poco de miedo, a ver cómo lo enfocan, yo creo que será grabar las pruebas que hagamos y luego la gente que vote quién se desenvuelve mejor. Eso también es poco realista, porque si por ejemplo va el más simpático pero no el más preparado tenemos un problema. Como vota la gente nunca se sabe para dónde van a tirar.

El cambio climático, la superpoblación… la Tierra tiene fecha de caducidad. ¿Es posible detener esto?
Yo creo que para el 2050 aumentará mucho la temperatura en la Tierra y eso va a provocar más catástrofes climáticas: huracanes y temporales mucho más grandes, más zonas desérticas… eso va a pasar seguro. Creo que la Tierra no tiene arreglo ya.
Cada vez son más frecuentes y virulentas estas grandes catástrofes naturales, ¿la Tierra se está revelando contra el hombre?
Sí, eso es cierto, porque la Tierra siempre guarda el equilibrio de las cosas. Si tú la desequilibras ésta trata de reajustarse, y para ello le da igual lo que tenga en la superficie. Volverse a equilibrar significa romper todo lo artificial que el hombre ha puesto ahí.  Si hace mucho calor se forman las tormentas para equilibrar la atmósfera y llueve o hace más aire. Si tú le metes mucho CO2 a la atmósfera la Tierra eso no lo ve normal, lo quiere arreglar, pues entonces o la calienta o la enfría. Y le da igual que estés tú o no.

Con este panorama, ¿crees que el ser humano terminará por hacer lo mismo en Marte?
Hombre yo creo que, primero, si se llega a Marte en masa es porque en la Tierra algo ha ido muy mal, si ocurre algo muy grave. Yo creo que allí  sus habitantes ya empezarán a concienciarse de lo que no deben hacer, todos los días verán ahí la Tierra como un punto brillante y dirán: “ No quiero acabar como estos”.


Y ya por último, ¿crees en la existencia de seres de otros planetas?

Sí, claro que creo. Que vengan aquí no, pero que existen, seguro. Si sólo en nuestra galaxia hay cuatrocientos mil millones de estrellas y en cada estrella hay un planeta donde puede haber vida hay cuatrocientos mil millones de planetas con posibilidades. Vida inteligente no sé,  pero sí pequeños microorganismos, plantas, pequeños animalitos… Pero es que además hay más de cien mil millones de galaxias, o sea, que la vida está en todo el cosmos seguro. http://www.ahoravalencia.es/jose-vicente-diaz-mars-one/130189

jueves, 8 de mayo de 2014

El rumor del río

Las doce menos veinte de la noche. Alcalá del Júcar. Me encuentro en la habitación del hostal. El silencio de la noche tan sólo es interrumpido por el rumor del río, que baja con fuerza contenida, consciente de su poder, de su energía. Y discurre así, sereno, intenso y majestuoso, protagonista absoluto de este pueblo que dormita incrustado en piedra. El campanario se alza desnudo junto a la iglesia de San Andrés, en la ribera. Tímidamente anuncia los cuartos. La plaza está desierta, flanqueada por decenas de olmos, ausentes de vida, entristecidos y calmos, esperando que la todavía lejana primavera devuelva el color y la alegría a sus ramas. Las doce. Sábado de carnaval y el frío acuchillando los cuerpos.


Mis padres duermen en la habitación junto a la mía. "Hija, estamos mustios", me dijo mi padre. Y me propuso organizar una excursión de fin de semana los tres, aprovechando mis vacaciones. Y acepté, con el convencimiento de que mi presencia aquí podría aportarles algo de vida en su letargo anímico. Hubiera preferido quedarme en Valencia, pero sentí que debía acompañarles. Cohabitan bajo el mismo techo pero sus almas distan un abismo entre sí. Y también entre sus orillas se escucha un rumor de agua, imponiendo el silencio entre ambos.


Definitivamente el frío y el silencio se han apoderado de nuestras almas. la del pueblo, la de mis padres... Y también la mía.


Te me vas. Me has dicho que tienes que estudiar bien esa oferta de trabajo y pensarlo muy bien antes de decidir. De momento tan sólo es una propuesta. Pero vi el brillo en tus ojos mientras me hablabas de ello, sentí tu ilusión y tu miedo. Soy consciente del reto que para ti supone. Y yo sabía que esto ocurriría. Que te irías. Nadie tiene la culpa. Es el destino. Pero me duele tanto...


Otra vez la ausencia. Otra vez los interrogantes. ¿Quién soy yo en realidad? ?¿Quién eres tú?


La una menos cuarto de la madrugada. Prosigue cauteloso y afilado el rumor del río...


(25/02/2006)

Ausencias

"Siempre las malditas ausencias", se decía a sí misma mientras asistía expectante al concierto. Era la primera vez que escuchaba jazz en directo. Cada verano se celebraba aquel festival en la ciudad: durante el día se impartía un seminario sobre el género a jóvenes principiantes, mientras que las noches se dedicaban a los conciertos de las figuras más representativas del momento. Wynton Marchalis y Chano Domínguez fueron los protagonistas esa noche.


Tras la actuación de Marchalis y Domínguez se organizó una jam sesión en el hall de aquel espléndido edificio, en la que intervinieron los alumnos del seminario matutino, con acceso libre a todo el que quisiera participar en la velada musical. Y allí estaba ella, esperando que comenzara la actuación. Un año atrás hubiera sido inimaginable asistir a un evento como este. Claro, que un año atrás ni siquiera sospechaba que acontecerían aquellas cosas que cuestionaron absolutamente su percepción sobre la vida, aquellas cosas que le hicieron tambalearse por dentro y expulsar lo más auténtico de sí misma.


Los cuatro músicos que componían el grupo andaban de un lado para otro de la sala, organizando el espacio, situando cada elemento en su lugar. Teclados, contrabajo, guitarra y saxo quedaron dispuestos en el rectángulo enmoquetado de azul que daba cuerpo al escenario.


Ella contemplaba la escena ausente, contaminando su mente con aquella maldita idea de que todas las personas que le importaban desaparecían de su vida. Condenada a estar sola, a no sentir, a no amar, pues la consecuencia directa era siempre la misma: la marcha del ser amado. Tenía bien reciente la última historia, todavía le dolía la ausencia del aventurero loco, que había pasado por su vida como un ciclón. ¿Él la recordaría? ¿Habría un momento en mitad de sus agitados días en que la añoraría? Se recriminaba a sí misma el ser tan ilusa, puesto que la respuesta era evidente. Él no había vuelto a llamarla desde aquella noche, y aunque ella conservaba su número en el puesto treinta y cinco de la agenda de su teléfono móvil, estaba resuelta a no marcarlo nunca.


Así pues se dispuso a escuchar el concierto, quiso centrar toda su atención sobre él y para ello se sentó al borde del escenario, tal y como hacían otros espectadores. Saboreó la cerveza bien fría que sostenía entre sus manos. El aire acondicionado proporcionaba una temperatura ideal a la sala. Desde aquel escalón enmoquetado de azul podía sentir las vibraciones de la música, que penetraban en su cuerpo y se extendían suavemente por él. Le parecía que una neblina cubría la atmósfera y se dejó llevar. El guitarrista anunció el próximo tema: "I love you", de Cole Porter. Ah... qué paz... qué sonidos tan envolventes...


Desde aquel lugar privilegiado podía observar los movimientos de los cuatro músicos. El guitarrista mantenía los ojos cerrados y una sonrisa serena, se contoneaba al son de su propia melodía, juntando los pies y flexionando las rodillas de un modo que podría resultar cómico, si no fuera porque al contemplarlo uno acababa participando de aquel pequeño goce.


A continuación clavó su mirada en el saxofonista, en realidad ya se había fijado en él mientras preparaban la actuación. No tendría más de veintiocho años, vestía una camiseta sport color naranja, unos pantalones de algodón con bolsillos laterales, a la altura de las rodillas, y calzaba unas sandalias de piel. Moreno y de complexión fuerte, aunque no demasiado alto. A ella le gustaban los chicos más bien recios, y este tenía una anchura de hombros muy tentadora. El pelo alborotado cuidadosamente con espuma y unas gafas de pasta negra completaban su atuendo. Tocaba con la seguridad y el aplomo de saber en qué momento tenía que entrar, y lo hacía sin vacilar. El saxo tenor adquiría entre sus manos una sensualidad inesperada. Aquellos graves se enredaban en sus oídos, como un ronroneo, y ella comenzó a estremecerse al compás de la música.


Había algo en aquel individuo que a ella le hacía asociarlo con un antiguo romance, una historia ocurrida hacía algunos años, cuya pasión todavía se encendía al encontrarse esporádicamente en los bares de copas al vividor de ojos azules, o bien al lamentarse por los momentos que decidió no pasar junto a él. "Mierda, otra vez las ausencias". Esa idea perturbadora acaparaba su pensamiento y ensombreció aquel momento mágico con un tinte de amargura. ¡Maldita soledad..! Se levantó y pidió otra cerveza.




(escrito en agosto de 2003)

Ensoñación

“De repente, el cielo se volvió naranja. Miles de destellos de luz disparados desde un punto ignoto en el cosmos. Un manojo de lanzas incandescentes acuchilló la atmósfera, provocando infinitas explosiones en milésimas de segundo. Luego fundido en blanco. La nada. Ceguera absoluta. Y vuelta a empezar, de nuevo los destellos.

Me levanté del sofá y traté de abrir una ventana, me preguntaba si aquello no sería una ensoñación. Y me vi en picado, diminuta, en un terreno desierto, y al mirar hacia arriba el horror de aquel crepúsculo final, el último de la historia de la Tierra, tan aterrador como magnético.

Después, el huracán.

Cerré como pude y volví a sentarme, exhausta y perpleja. No quedaba nada. No existía la vida más allá del salón de mi apartamento en la sexta planta de un edificio a las afueras de la ciudad. Tan sólo el caos. Sombras familiares, infantiles, me acompañaban en aquel tránsito.

Si era el final de todo, ¿por qué sentía tanta energía en mi interior? ¿Por qué me causaba placer haber asistido a tan devastador acontecimiento? Jadeaba sin parar, con los brazos extendidos a ambos lados de mi cuerpo. ¿Qué haría a partir de entonces? "




(Escrito el 03/02/2009)

Running


RUNNING, ¿MODA PASAJERA?





Salir a correr se ha convertido en la actividad deportiva preferida de miles de valencianos. La última Maratón de Valencia multiplicó por cuatro sus beneficios con respecto a la edición del año anterior e incrementó su número de participantes en cuatro mil más. Pero aparte de esta competición, si eres aficionado a esta disciplina existen en nuestra ciudad innumerables ocasiones para disfrutar de ella. Sin ir más lejos, el Circuito Divina Pastora, que comenzó el pasado enero y finaliza en noviembre, consta de diez carreras populares de entre 5200 y 7300 metros, cada una de ellas en un lugar distinto de la capital. O bien otras opciones, tales como la Carrera de la Mujer  o la Volta a Peu, que celebrará su 32ª edición el próximo 10 de mayo.

Pero, ¿qué ha sucedido para que el running se convierta en el deporte de moda? ¿Qué impulsa a gente de todas las edades a comenzar a correr y engancharse a esta actividad? Hemos preguntado a varios corredores aficionados, de entre 25 y 45 años,  y de ambos sexos. La mayoría coincide en que empezaron con el objetivo de practicar algo de ejercicio y mantenerse en forma de una manera sencilla y barata. La media sale dos veces por semana entre 30 minutos y 1 hora, y los lugares elegidos en nuestra ciudad son la ronda Norte, bulevar Sur y el viejo cauce del río Turia. Nuestros entrevistados salen generalmente solos.

Si bien se trata de una manera económica de hacer ejercicio es necesaria una pequeña inversión en equipamiento específico, camisetas y lo más importante, calzado adecuado, que habrá que renovar cada año. Hay quienes emplean accesorios como rodilleras, brazaletes para el móvil o cintas para empapar el sudor de la frente. El coste total de todas estas prendas oscila entre los 120 y 200 €.

Las carreras populares y maratones suponen un aliciente añadido, ya que obligan al participante a entrenar, fijarse un objetivo y superar retos personales. José Manuel, de 32 años, comenzó a correr hace cuatro, y participa habitualmente en estos eventos, su opinión al respecto es muy favorable, destaca la existencia de mucha competitividad pero también mucho ambiente.  Algunos de nuestros encuestados critican el coste que supone inscribirse en estos eventos. Tino, de 42 años,  lleva corriendo desde el 2007  y ha participado en la última carrera del circuito Divina Pastora. “Opino que como se ha convertido en un boom social se están aprovechando para cobrar dinero  en todas, a veces cantidades elevadas. Cuando empecé a correr, la mayoría de las carreras eran gratis o con un precio simbólico”. Ramón, de 41 años, se inició en esta disciplina cuando todavía era un niño y corrió la Volta a Peu. Nos argumenta en la misma línea: “El precio que aplican para poder participar, últimamente se están pasando. Una media de 1 euro por km. Por ejemplo, la marathon de Valencia (42Km) me costó 45 euros y eso que fui de los primeros. En fechas más próximas a la celebración el precio se disparaba a los 70 euros. No entiendo por qué esta diferencia cuando no existe ningún privilegio entre unos y otros, las condiciones son las mismas para todos. Por hacer este tipo de deporte no se debía de pagar nada más que el seguro, pues no se degrada nada del mobiliario de la urbe.”  Sin embargo para Yolanda, de 24 años, participar próximamente en una carrera a favor de los más necesitados supone una motivación extra: “es una buena opción para hacer deporte en equipo y ayudando a los demás”.

¿Qué beneficios reporta a nivel personal? En este punto todos lo tienen claro, superarse a sí mismo, tanto a nivel físico como psíquico, desestresarse y mejorar el estado anímico en momentos bajos. “Me motivo porque te encuentras genial contigo misma”, dice Cristina, de 34 años. Jesús, 29 años, también incide en el tema de la superación personal, lleva dos años corriendo seriamente y algunos más en plan amateur. “Me relaja y además me pone un cuerpín buenísimo”, bromea.

Superación personal, competir sanamente, desestresarse, cuidar la salud, mejorar la figura…El running indudablemente se ha convertido en un fenómeno social,  pero ¿será una moda pasajera y en pocos años perderá adeptos? A nivel personal, ninguno de nuestros aficionados piensa abandonar esta disciplina. Y vosotros, ¿qué opináis?

(http://www.ahoravalencia.es/running-moda-pasajera/127905)